
A muchos sorprendió la reciente decisión de Andrés Manuel López Obrador, líder del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), quien en busca de reforzar y proteger su campaña y participación en el proceso electoral, incluirá en su equipo de Coordinadores Territoriales, ni más ni menos que al ex jefe de gobierno capitalino Marcelo Ebrard Casaubón.
Los motivos de AMLO están fundados en las dos experiencias previas de su carrera por la presidencia de la república en 2006 y 2012, en los cuales para éste y sus simpatizantes, existió un fraude electoral organizado por la “Mafia del poder”.
De acuerdo a AMLO, el principal objetivo de la inclusión de Ebrard, es completar un grupo de coordinadores que puedan demostrar la transparencia en el proceso, lo cual resulta raro y brinca si consideramos que el propio Marcelo no se dirigió ni actuó con mucha transparencia antes y después del accidente ocurrido con la Línea Dorada del Sistema de Transporte Colectivo Metro, misma que inauguró en 2012, además de que resultó ser la más costosa de su tipo hasta la fecha, generando un adeudo de 30 mil millones de pesos a pagarse en 17 años.
A esto, debemos añadir que el ex mandatario capitalino vivió en el exilio durante varios años por diversas demandas interpuestas en su contra, lo cual pone en tela de juicio la ética y la buena memoria de AMLO, quien integra un dream team que está más cercano a la corrupción que clama ha existido en los procesos electorales en que ha participado.
Completando el grupo de transparencia de MORENA, se encuentran la coordinadora de precampaña, Tatiana Clouthier Carrillo, Ricardo Monreal, Julio Scherer Ibarra, Ribindranath Salazar y Bertha Luján, quienes han dado mucho de qué hablar.
En el caso de Tatiana Clouthier, tan sólo basta recordar su desempeño como asesora de la maestra Delfina Gómez, uno de los personajes políticos cercanos a López Obrador más controvertidos del partido en el Estado de México.
Otro viejo conocido en este nuevo grupo es el zacatecano Ricardo Monreal Ávila, Jefe Delegacional de Cuauhtémoc, a quien entre otras linduras, se le ha encontrado culpable de permitir a su familia operar un hotel sin los permisos adecuados en la Colonia Juárez, perteneciente a la misma Cuauhtémoc.
El autor Julio Scherzer Ibarra, otro de los controvertidos colaboradores del grupo, es recordado porque se ventiló una llamada donde pedía dinero al empresario Julio Villanueva, presidente del Consejo de Administración de Banca Afirme. Villarreal y el PRD respondieron posteriormente que en esta llamada Scherer Ibarra solicitaba la ampliación de un préstamo de 30 millones para el PRD -a petición de Jesús Zambrano- para finalizar la campaña presidencial.
El caso de Ribindranath Salazar, es más o menos similar al de los otros personajes. Su salida del PRD se dio en medio de una fuerte polémica, ya que este pedía que se apoyará la candidatura de José Luis Abarca en Iguala, justo en medio de la desaparición de los 43 normalistas, y una vez siendo rechazado, buscó rápidamente cobijo bajo el manto Obradorista.
Finalmente tenemos a Bertha Luján, a quien entre otras cosas, se le ha comprobado una turbia y dudosa relación con el PRI, pues su sobrino Fernando Tiscareño pertenece a dicha bancada, misma a la que Luján perteneció hace tiempo.