
Ciudad de México.- Dentro de su cierre de campaña el día de ayer en Xalapa, Veracruz, el precandidato de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya, prácticamente ha decretado una victoria que podría o no podría ser, al declarar un empate técnico con el candidato de MORENA, Andrés Manuel López Obrador.
Lo afirmación de Anaya se dio de acuerdo al resultado de una encuesta realizada por la casa Mendoza Blanco y Asociados, en la cual AMLO lidera con 30%, mientras que Anaya aún se encuentra abajo con 4 puntos, es decir que cuenta con tan sólo 26%.
Lo grave del asunto, es que a pesar de su intención por posicionarse a la cabeza, comete un error enorme, pues su ventaja podría no concretarse, y peor aún para él, el PRI y su candidato José Antonio Meade, quienes sólo figuran con el 16% de la intención de voto, podrían incrementar su alcance, dejando completamente mal parado a Anaya con su desafortunada declaración.
"Allá, en Los Pinos, vayan preparando sus maletas, sus días están contados", afirmó Anaya, quien se perfila cada vez más como el posible abanderado de la coalición “Por México al Frente”.
Lo cierto en todo esto, es que puede tratarse también de una estrategia publicitaria, pues en tiempos electorales, los candidatos hacen todo lo que esté a su alcance para generar publicidad y figurar en todos los medios posibles, lo cual podría traducirse en más gente con intención de voto, aunque claro, los hilos y la maquinaria se mueven todo el tiempo, cualquier cosa podría suceder, en algún punto, incluso el propio Meade podría empatar o rebasar a sus contrincantes.
Otro factor que influye y que también podría dar una gran sorpresa, es la posible alianza entre independientes, pues Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, Armando Ríos Piter y Margarita Zavala también podrían cambiar los resultados como unidad, pues están dispuestos a dar un gran show.
Mientras tanto, tendremos que esperar un poco más para saber si lo que Anaya afirma es cierto, y si mandará a todos a dormir, o será él quien tenga que regresar a casa con las manos vacías.