Edad: 32 años
Lugar de nacimiento: Ciudad de México
Cargo e instit: Senadora y Secretaria General de Morena
Profesión: Ciencias de la Comunicación, especialidad periodismo
Último grado académico: licenciatura
Tres últimos cargos:
Diputada local en la Ciudad de México (2015-2018)
Senadora por la Ciudad de México (2018- a la fecha)
Secretaria General del CEE de morena (2020 - a la fecha)
Partido Político: Morena
Lema: Quien no vive para servir no sirve para vivir.

Redacción C&E México.- Intentar comprender lo que sucede en el partido más importante del país sin mirar a la senadora Citlalli Hernández sería un total fracaso. Por los ojos y manos de la también secretaria general de Morena pasan los asuntos más relevantes de la vida política de dicho partido. Su presencia no es menor, pues recuerda que su ingreso a la Cuarta Transformación fue cuando apenas y sumaban unos cuantos y hoy ese partido goza de ser el partido mexicano de mayor efervescencia, al haber llegado a ser el número uno en el menor tiempo, tras derrocar un monopolio político de más de 70 años. Aquí te cuenta cómo “casi sin darse cuenta”, gradualmente fue haciéndose de su cota de poder, al punto que el próximo año se la tendrá que rifar en las elecciones en Coahuila y Estado de México, “donde con el triunfo de Morena se acabarán los territorios estatales gobernados por el PRI”.
¿Por qué decidiste ingresar a la política?
Desde adolescente me interesó estar informada sobre los acontecimientos públicos, fui activista de distintas causas y comencé a participar en distintos colectivos estudiantiles. A pesar de que yo pensaba dedicarme al periodismo, conforme fui politizándome más, tenía claro que sería militante de distintas causas; al inicio de Morena éramos muy pocas las personas activas y sin darme cuenta fui asumiendo más responsabilidades. Fui integrante de los primeros comités de base de mi colonia, luego integrante del primer comité ejecutivo delegacional y la primera diputada de morena en Iztacalco. Desde hace tiempo sabía que estaría siempre interesada en la política pero no fue nunca mi intención ser representante popular o un cargo. El momento y el movimiento al que pertenezco provocaron que mucha gente ‘común’ nos dedicáramos más a esto. En resumen, no decidí ingresar a la política, ella ingresó a mí.
¿Qué es lo que más te agrada y lo que más te disgusta de la acción política?
Definitivamente lo que más me disgusta de la acción política son sus vicios, la manera tradicional en la que se ha hecho para ponerle el pie a otra persona, el uso de la mentira, la trampa y los ‘códigos’ que van de la mano de la lucha del poder por el poder y de la justificación ‘así es la política y así se ha hecho siempre’. En contraste, lo que más me gusta es darme cuenta de que con trabajo, entrega, sinceridad y vocación de servicio, la política es un noble oficio que se convierte en una herramienta muy poderosa para realizar cambios; tengo la certeza de que formo parte de una nueva generación que se aferra a dignificar la política, que construye cada día una nueva manera de hacer política.
¿Cuáles consideras serán los principales desafíos que las generaciones más jóvenes tendrán que enfrentar en México, en el mediano plazo?
Los principales retos de las nuevas generaciones en política radican justamente en combatir en palabra, pensamiento y acción, la idea que se tiene en algunos sectores de que ‘todos los políticos son iguales’, de que la política no sirve o de que ‘todos roban’. En este momento del país donde el desencanto en la política ha disminuido de la mano de un presidente que ha roto paradigmas y de nuevos rostros políticos que no se conducen con prepotencia, lujos ni cinismo, los retos se agudizan. Se necesitan juventudes haciendo política que le sirvan al pueblo, que sean honestas, que no aspiren a hacer política para sentirse superiores, para tener un cargo por vanidad o para tener dinero. Las nuevas generaciones haciendo política, independientemente de la ideología política, estamos obligados a no replicar los vicios, a recuperar la esperanza en la política, a estar con y para la gente y ser auténticos.
¿Cómo deben ser la política y el quehacer gubernamental para atender estos retos?
Vivimos un momento de mucha politización, la oposición le llama con temor ‘polarización’, pero pienso que en una democracia fortalecida a nadie debería disgustarle que las y los ciudadanos se involucren en la vida pública, esa realidad social está cambiando el escenario político, antes la política era de unos cuántos, se tomaban decisiones sobre el presente y futuro de nuestra nación en códigos de élite, hoy la política y el quehacer gubernamental son cada vez más cercanos a la ciudadanía, estamos en un proceso en el que nuestra democracia transita a la participativa, así que fomentar más herramientas de participación, dar resultados frente a la expectativa de cambio y abonar a tener un pueblo más vigilante, exigente, participativo y empoderado, sin duda provoca que quienes hagamos política, la hagamos distinta o por lo menos, entendamos que como nunca está la ciudadanía al pendiente de lo que hacemos y decimos.
¿Cuál es tu principal reclamo a las generaciones que te precedieron?
Nos dejaron un México que no merecemos; hicieron política para servirse, convirtieron los gobiernos en gerencias de negocios, hicieron de la corrupción una norma del servicio público, provocaron el desencanto en la política y alejaron al pueblo de las decisiones para repartirse como botín nuestras riquezas nacionales, con profunda indiferencia no les interesó combatir las desigualdades y algunos que luchaban contra ello, prefirieron incluso renunciar a sus convicciones y aliarse con lo que decían criticar, por eso muchos jóvenes de mi edad admiramos a Andrés Manuel López Obrador, porque es de los pocos políticos que se ha mantenido en la misma línea de pensamiento y acción desde que comenzó y eso en el sistema político nacional no es sencillo.
¿Cuál consideras es la mejor herencia que las generaciones pasadas heredaron a la tuya?
Si pensamos en los momentos de grandeza de la historia de nuestro país, podríamos pensar en hombres y mujeres que abonaron a la transformación de nuestra Patria. Por eso nosotros llamamos a nuestro proceso Cuarta Transformación porque las generaciones que lucharon antes en la independencia, la reforma y la revolución mexicana abonaron a la construcción de derechos, justicia e igualdad. Admiro los movimientos sociales, las luchas, personas y personajes que resistieron y se opusieron al camino tomado durante las últimas décadas, porque gracias a esa generación de mexicanas y mexicanos hoy podemos pensar y vivir en un país que está cambiando.
¿Cuáles son las principales fortalezas y debilidades de tu generación?
La nueva generación haciendo política es una mezcla de la mía (que tenemos entre 30 y 35 años), pero también la generación de jóvenes de 25, 20 y hasta 18 años o más jóvenes. Somos una generación valiente, echada para adelante, resiliente, con claridad en demandas que a otras generaciones les costaba más trabajo asumir, como la feminista, la de la diversidad sexual o la defensa del medio ambiente. Pero somos una generación que a veces es víctima de la inmediatez y la soberbia generacional y eso nos desvincula de la memoria histórica, de las luchas del pasado y de la posibilidad de formarnos más. Debemos ser muy cuidadosas con las trampas del propio sistema para no ser una generación válvula de escape sino en serio una generación bisagra, transformadora, que cuestione todo de raíz, que abra camino y que cuestione absolutamente todo para encontrar mejores respuestas ante una realidad compleja.
¿Cuál es la causa social o política que más te motiva?
Luchar contra todo tipo de opresión o exclusión me permite asumir como causa la justicia, la igualdad y el respeto a la pluralidad y diversidad. Me parece que ahí se engloban muchas causas y sin duda, para mí es el feminismo popular el que cuestiona la mayoría de las opresiones de nuestra realidad.
¿Quién es el personaje (real o ficticio) que más te inspira?
Nuestros héroes y heroínas mexicanas, el Che Guevara en mi juventud y como persona que hace política, sin duda la persona que más me inspira es Andrés Manuel López Obrador, por su trayectoria para lograr no ser presidente solamente sino iniciar una transformación pacífica y popular en nuestro país.
¿Cómo te ves en cinco años?
Me declaro militante de tiempo completo y hasta el final de mi vida, así que más allá de dónde estaré asumiendo responsabilidades o encargos, no tengo duda que seguiré militando en el proyecto de transformación nacional y abonando a la profundización de este cambio.
¿Te gusta el rumbo que lleva México? ¿Por qué?
Sin duda veo que México vive un momento muy interesante, en lo político y en lo social pero también en términos de crecimiento y desarrollo como la gran nación que es. Más allá de narrativas falsas y miedos infundados, en este momento de cambios y crisis globales, en nuestro país se están rompiendo viejos moldes de la política y el ejercicio de gobierno, estamos por lograr la autosuficiencia en combustibles, la política social está generando mayores oportunidades para quienes el sistema ha ido dejando atrás, México es otro frente al mundo, se combate la corrupción y hay un despertar de conciencias en la población, lo que desde la Cuarta Transformación de está cimentando, sin duda tendrá grandes efectos a corto, mediano y largo plazo.
¿Cómo debe ser el ciudadano o ciudadana de esta década?
La ciudadanía debe ser informada, no importa a que se dedique, debe interesarse de la cosa pública, incidir, vigilar, cuestionar y acompañar si es el caso las decisiones de sus representantes, debe entender que el tiempo que vivimos nos exige mayor solidaridad, empatía, amor por las y los otros y menos egoísta ni individualista. Las y los ciudadanos de esta década debemos ser el cambio que queremos ver alrededor de nosotros y no ser víctimas de la inmediatez, de los vicios posmodernos, del consumismo, el pesimismo y la desesperanza.
¿Cómo es el México con el que sueñas?
Sueño con un México donde se reconozca la pluralidad y diversidad, donde las niñas y los niños estén en los parques, en las escuelas o en la casas y no en las calles pidiendo dinero o limpiando vidrios: sueño un México donde todos pero sobre todo todas, podamos vivir en paz y ser lo que queramos ser sin que nuestro condición de género nos limite. Sueño con un México que esté a la altura de su historia, sus pueblos originarios, su riqueza y su gente, un México soberano y en manos de todas y todos, liberado de las élites de cualquier tipo. Un México donde alcancemos la felicidad no por lo material acumulado sino porque los derechos al fin estén al alcance de todas las personas.
¿Qué te espera en este 2023?
Como persona, asumir retos para seguir superándome, como militante, seguir abonando a la transformación y dedicar cada momento a seguir consolidando el momento histórico que vivimos, como dirigente del partido, la elección en Coahuila y Estado de México donde con el triunfo de Morena se acabarán los territorios estatales gobernados por el PRI.
