
Por Carlo Varela @varelacarlo
La población está satisfecha con el trabajo realizado por el presidente Andrés Manuel López Obrador ya que cuenta con un nivel de aprobación de 67% y de desaprobación de 25% según la encuesta de Varela y Asociados/Campaigns&Elections de mayo, pero los gobernadores están reprobados porque 40% de la población los aprueba y 47% los desaprueba. A diferencia de AMLO donde su popularidad es más homogénea en las entidades federativas, para los gobernadores el desempeño es bastante heterogéneo. Por partido, los gobiernos panistas son los mejor evaluados, sobre todo en la creación de empleos con respecto a los gobiernos de Morena, del PRI o de otros partidos. Por años de ejercer el poder los gobernadores que tienen menos de un año de gobernar cuentan con una mejor opinión de la población sobre su trabajo, pero a medida que van teniendo más años de gobierno pierden popularidad entre los electores, el poder desgasta.
Evaluar a nuestros gobernantes es parte clave del proceso democrático, donde las personas opinan sobre el desempeño que están realizando sus autoridades. Conocer la opinión que tienen de sus gobernantes es crucial para realizar ajustes a su agenda de trabajo y mejorar sus propuestas a las necesidades de la población para aspirar a que su partido retenga el poder en las próximas elecciones. Para medir el grado de aceptación de cada uno de los gobernadores y del presidente de la República, Varela y Asociados y Campaigns&Elections realizaron una encuesta telefónica (fijos y celulares) a 600 personas de cada entidad federativa durante el mes de mayo del 2019. Los resultados completos pueden ser consultados en la revista de junio de Campaigns&Elections México.
La encuesta preguntó directamente a la población si aprobaba o desaprobada el desempeño de su gobernador y que opinaban sobre cuatro aspectos de gobierno en general: a) manejo de la economía, b) seguridad pública, c) creación de empleos y d) combate a la pobreza. También se preguntó por una variable retrospectiva que era: como consideraban que se encontraba su estado sí mejor o peor situación que hace tres años y, que, entre inseguridad, situación económica y corrupción, eligiera cuál era el principal problema que le impedía tener un mejor nivel de vida en su estado. También se preguntó por dos variables sobre la comunicación: acceso y credibilidad en las noticias dadas a conocer por los gobernadores.
La teoría sobre cuáles son las variables que explican la popularidad de una autoridad ejecutiva y el sentido en el que impactan está tratada en la tesis del Doctor Vidal Romero que muestra como el desempeño en temas genéricos de gobierno impactan de manera positiva en los niveles de aprobación, así como el partidismo, la evaluación retrospectiva y prospectiva, el acceso a la información que recibe la ciudadanía y algunas variables socioeconómicas como edad y escolaridad donde se destaca una relación negativa con grado de escolaridad ya que por tener más acceso a la información son más críticos del trabajo gubernamental y que a mayor edad mayor aprobación ya “que a mayor edad los individuos tienden a ser más respetuosos de la autoridad”[1]/
A diferencia de la evaluación presidencial que fue similar en los diferentes estados del país, la aprobación de los gobernadores varía más porque también depende el tiempo que lleva cada gobernador en su estado y al partido al que pertenece.
A seis de meses de gobierno, la popularidad de López Obrador sigue estando en los mejores niveles para un presidente dentro de su segundo trimestre de gobierno, 67% por 25% que lo desaprueba (gráfica 1). A los gobernadores en general existe un rechazo de en su forma de gobernar, pero existe una mayor variación en sus calificaciones, dado que son de diferente partido, región y tiempo de gobernar. Se dividieron a los gobernadores por filiación partidista dividiéndolos en cuatro grupos: panista, priista, morenista o de algún otro partido o condición de gobierno.[2]/
Los gobernadores del PAN, que son los únicos que presentan una evaluación positiva y, de Morena están mejor evaluados que los del PRI y de otros partidos o que están a punto de cambiar de partido en el gobierno donde la mayoría de la población los rechaza.
Desempeño de los gobernadores
Por temas de desempeño (gráfica 2) lo que la gente más les reconoce es su trabajo en la creación de empleos en sus estados[3]/ (índice total de 38), seguido por el manejo de la economía (36), combate a la pobreza (29) y al final el tema de la inseguridad (27). El índice general de los cuatro temas que es un promedio fue de 32. Los gobiernos panistas son los que mejor percepción tienen entre la población en el tema de creación de empleos superando por mucho a los gobiernos de otros partidos. Los gobernadores de Morena presentan su calificación más alta en el manejo de la economía.
El desempeño de los gobernadores en temas de gobierno mantiene una relación positiva con la aprobación de las autoridades: “la relación es que a mejor evaluación del desempeño presidencial en los distintos rubros de políticas (en general) mayor será la probabilidad de aprobar al presidente Zedillo” (Vidal 2000); para este análisis existe una correlación de 0.77 entre el índice general de desempeño y la popularidad de los gobernadores. De hecho, en la regresión las cuatro variables fueron significativas para explicar la aprobación de los gobernadores, pero las que tuvieron un mayor impacto fue la opinión que tiene la población sobre su desempeño fueron en el tema económico y en el de seguridad y un menor impacto en la creación de empleos y combate a la pobreza.
El diagrama 1 muestra gráficamente la correlación positiva entre estas dos variables, aunque existen gobernadores que presentan una mayor popularidad de lo que debería tener por su desempeño observado y hay gobernadores con un mejor desempeño que popularidad. Una posible explicación de porque se dan estos casos es que la popularidad también sirve como un heurístico para población con respecto a otras variables como son la imagen y los atributos personales. Muy probablemente los gobernadores que están por debajo de la línea de regresión implican que la gente no tiene muy buena imagen de ellos y tienen una mejor opinión de su desempeño que de su popularidad (Chihuahua, Baja California y Nuevo León) y en otros casos sucede lo contrario, la gente califica mejor su popularidad que su desempeño (Puebla, Hidalgo, Durango, Sinaloa)

Popularidad y variables socioeconómicas
Si dividimos a los gobernadores dependiendo del partido al que pertenecen y las cruzamos por variables socioeconómicas (cuadro 1) podemos identificar las relaciones entre edad, escolaridad y partidismo con la aprobación de las autoridades.
Efectivamente existe una relación positiva entre edad de las personas y la aprobación siendo los jóvenes los que más rechazan la forma de gobernar, siguiendo la tesis de Vidal a mayor edad de la población mayor respeto por las autoridades o mayor rebeldía de los jóvenes.
Con respecto a la escolaridad, también confirma los hallazgos encontrados de que a mayor grado de escolaridad menor aprobación gubernamental. Posiblemente la población con más estudios tiene mayor acceso a la información y son más críticos del sistema, mientras que la población con menores recursos puede tener menos información, depender más de programas sociales o tener mayor respeto por las autoridades.
También existe una relación negativa con las mujeres: son las mujeres las que menos aprueban a las autoridades mientras que los hombres los aprueban más.
Por último, también el partidismo está relacionado positivamente con la aprobación, dependiendo de la filiación partidista de cada gobernador los simpatizantes de los partidos políticos los aprueban más que los simpatizantes de otros partidos o las personas que no contestaron la pregunta de partidismo. En la evaluación de los gobernadores de Morena todavía los simpatizantes de ese partido no expresan un mayor apoyo, sino que, por tener menos de un año de gobierno, existe un alto porcentaje de personas que todavía no pueden emitir una opinión de cómo están gobernando.
También existe una relación positiva entre la variable retrospectiva de como marcha el estado, la información que reciben del gobierno y la credibilidad que le dan a la información del gobierno. Las variables retrospectivas y la credibilidad en la información son las que mas impactan la evaluación gubernamental. Si dividimos estas variables dependiendo del partido al que pertenece el gobernador, no existe gran diferencia entre la población para evaluar el trabajo del presidente de la República y sobre la marcha en la que los gobernadores llevan a sus estados (Cuadro 2).

El tema de la inseguridad es el que más afecta la calidad de la población seguido de la corrupción, la economía ocupa el tercer lugar de preocupación para las personas. Con respecto a la intención de voto para gobernador durante mayo, la población sigue pensando votar mayoritariamente por el partido de Morena; el PAN tiene una mayor intención de voto en sus gobiernos panistas Morena sólo les saca quince puntos de ventaja; pero en los estados donde gobierna el PRI, Morena les saca casi treinta puntos de ventaja a los priistas que crecen muy poco con respecto al resto de las entidades.
El poder desgasta
Si dividimos la aprobación de los gobernadores dependiendo de cuánto tiempo llevan en el poder se construyó el cuadro 3[1]/ que muestra como conforme pasa el tiempo de gobernar de un ejecutivo estatal empeora su percepción de desempeño fuertemente entre la población. Los que tienen menos de un año tienen un porcentaje de evaluación positivo, aunque todavía casi una quinta parte de la población dice no poder opinar sobre su trabajo.
A medida que van teniendo más años de gobierno disminuye el porcentaje de personas que aprueban algo su forma de gobernar y aumenta considerablemente el porcentaje de personas que desaprueban mucho su trabajo. Posiblemente este desgaste conlleve a un deseo de cambio de partido en el poder como sucedió en Baja California.

Aprobación de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México
Si segmentamos la aprobación del presidente de la República y la comparamos con los grupos poblacionales que votaron por él en 2018 (Cuadro 4), observamos como AMLO ha perdido apoyo en algunos de los segmentos que más votaron por él como los jóvenes y la población de mayor escolaridad. Las mujeres que fueron las que menos votaron por él mantienen un menor nivel de apoyo que los hombres. Los jóvenes menores de 30 años que fueron los que más votaron por AMLO ahora son de los segmentos que menos aprueban su forma de gobernar, mientras que la población mayor a 66 años que fueron los que menos votos le dieron ahora son los más contentos están con su forma de gobernar.
Lo mismo sucede con la población con mayor grado de escolaridad que fue el segmento que más apoyo le dio y los que se mostraban más enojados con el gobierno de Peña Nieto, pero ahora son los que menos apoyan a AMLO. Probablemente el mayor acceso a la información y el desacuerdo con sus políticas públicas los haya llevado a ser los primeros en dividir su voto.
López Obrador todavía está muy ligado a su partido que lo sigue apoyando casi de manera incondicional, y por lo pronto los simpatizantes de otros partidos también mantienen una opinión positiva, aunque dividida de su trabajo.
Por región es la del centro y la de centro-occidente donde menos apoyo tiene a su forma de gobernar, pero los estados del sur y la península es donde más lo apoyan junto con aquellas entidades que están en el norte del país. Probablemente las políticas de AMLO de bajar los impuestos en el norte, el apoyo a los estados del sur y los proyectos como el tren maya y el Transístmico sean del agrado de la población y se refleje en sus altos niveles de popularidad.
Conclusiones
El apoyo a los gobernadores presenta una mayor variación dependiendo del tiempo que lleven gobernando y al partido al que pertenecen. Malos gobiernos conllevan el deseo de cambiar de partido de la población. A diferencia de la popularidad del presidente López Obrador que goza de una gran aceptación ciudadana y ésta se reparte por todo el país, el trabajo de los gobernadores es más cuestionado. La gente se siente más insatisfecha y su desempeño en temas como la seguridad y el combate a la pobreza están mal evaluados. Hay gobernadores que son más populares de lo que deberían de tener por el desempeño que la gente percibe de su trabajo y viceversa hay gobernadores con menor popularidad que su desempeño.
Es importante medir y conocer la opinión que la población tiene de los gobiernos y compararlos con otros gobernadores para conocer la forma en la que los gobernadores atiendan a sus gobernados y éstos a su vez premian o castigan a sus gobernantes.
Con rumbo a las elecciones del 2021, los gobiernos panistas presentan una mejor evaluación que el resto de los gobernadores de otros partidos. Sobre todo, de los priistas donde nueve de ellos van a cambiar en el 2021 y están en estos momentos mal evaluados. De ser las elecciones para gobernador en mayo muy probablemente el deseo de cambiar a otro partido y que los candidatos fueran de Morena les hubiera dado al partido de López Obrador una gran cantidad de gobernadores y diputados de mayoría en esas entidades.
[1]/ Romero, Vidal, Impacto de la evaluación de políticas públicas en la aprobación presidencial, Tesis de Maestría en Políticas Públicas, ITAM, México D.F. 2000.
[2]/ Panista: Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Nayarit, Querétaro, Tamaulipas y Yucatán. Priista: Campeche, Coahuila, Colima, Guerrero, Hidalgo, Edomex, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. Morena: Chiapas. CDMX, Morelos, Tabasco y Veracruz. Otros: Baja California, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Puebla y Quintana Roo. Las razones para ubicar a Baja California y Puebla en otros son porque estaban en plenas campañas y estaban decididas sus elecciones y el deseo de cambio. El de Quintana Roo se agrupó en otros porque su gobernador es ex priista y fue postulado por una alianza PAN-PRD aunque no es claro que se identifique con alguno de estos dos partidos políticos.
[3]/ El índice se construyó con la suma del porcentaje que contestó aprueba mucho multiplicada por 1, más porcentaje de la población que contestó aprueba algo por 0.66666 más porcentaje de la población que contestó desaprueba algo por 0.3333. El índice alcanzará un valor máximo de 100 si es que el 100 por ciento de la población contestó que aprueba mucho su forma de trabajar y un valor mínimo de 0 que indica que 100 por ciento de la población contestó que desaprueba mucho su forma de trabajar.
[4]/ Menos de 1 año: Chiapas, CDMX, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Entre 1 y 3 años: Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Edomex, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas. Más de 3 años: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora.
[5]/ Las regiones Norte: Baja California, Baja Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Centro-Occidente: Nayarit, Jalisco, Colima, Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí y Querétaro; Centro: CDMX, Edomex y Morelos; Sur: Hidalgo, Puebla, Tlaxacala, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Veracruz; Península: Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.