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TATIANA CLOUTHIER COORDINADORA DE CAMPAÑA DE AMLO


El candidato a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, fue quien fijó la agenda durante la última campaña electoral de México, mientras sus oponentes se conformaron con seguir de cerca su actuación y a partir de ahí enarbolar sus tácticas políticas. Pese al constante ataque de sus adversarios, quienes buscaban acortar la gran ventaja que gozó el representante de la coalición “Juntos haremos historia”, incluso desde el arranque de las campañas, el tabasqueño sobrevivió al posible desgaste de su imagen, y no sólo eso, logró nuevos simpatizantes, sobre todo entre mujeres y jóvenes.


Sin este apoyo, el efecto AMLO posiblemente no haya podido lograr el contundente resultado que le dio la victoria, un 53 por ciento que es considerado por la prensa internacional como un resultado aplastante, pues los más de 30 millones de votos, el doble que logró en 2012, es una cifra que lo convierte en el presidente más votado en la historia contemporánea del país.


Esta hazaña histórica no se podría entender sin el papel de una de las mujeres más cercanas al presidente del cambio, Tatiana Clouthier, coordinadora de campaña de esta coalición integrada por el Movimiento de Regeneración Nacional, el Partido del Trabajo y el Partido Encuentro Social. Con astucia e irreverencia, o como ella dice “con corazón”, defendió a su candidato de los constantes ataques, por lo que también fue una de las voceras más mediáticas del político de izquierda.


La tía Tatis, como fue bautizada por sus miles de seguidores, principalmente de Twitter, la rompió en Internet. Su particular interacción digital inició con una respuesta al candidato Antonio Meade, quien twitteó: “México necesita a un Presidente serio. Un profesional que sepa enfrentar los retos internos y externos, que garantice estabilidad económica y certidumbre jurídica”. ¿Ella simplemente respondió “a quien propone?”. A partir ahí, la movió en redes sociales.


En un plano más general, para la campaña de Andrés Manuel el trabajo que supo articular muchos movimientos sociales ya venía desarrollando a favor de la agenda de gobierno de este candidato, justo para ir a la conquista del voto de jóvenes y mujeres, e ir más allá, por el de la clase media. Como ya se dijo, un papel de ciudadanos clave para este contundente resultado.


Durante la campaña tuvo brillantes actuaciones, como calificar “como una pendejada” el comparar a México con Venezuela. A semanas de confirmada la victoria de la izquierda en México, Tatiana Clouthier, la tía que invita a sus seguidores de Twitter a “echarle ganas” con una paloma, quizá una gaviota, que baila, detalló para C&E Campaigns & Elections los aspectos centrales del trabajo de comunicación, el papel de los voceros y la red de simpatizantes durante su estrategia. A continuación, la entrevista:


C&E: Conquistaron 31 de 32 estados, incluso aquellos de voto conservador. Detállanos cómo fue el trabajo de la campaña.

TC: Se integró un equipo multidisciplinario en el que participamos varios grupos. Estuvo el equipo de Abre más los ojos, con Juan Pablo Espinosa a la cabeza; así como los grupos liderados por Santiago Pando, Iván Silva y Jesús Ramírez, quienes produjeron materiales a lo largo y ancho de la campaña. Teníamos reuniones semanalmente y en ocasiones dos o tres veces a la semana, según las circunstancias. Los objetivos comunes eran atender los nichos a los que no habíamos llegado: jóvenes y mujeres, e incluso llegar a un sector más generalizado, como la clase media. Trabajamos en cómo el proyecto de Andrés Manuel representaba un cambio que involucraría a todos, en cómo nos tendríamos que organizar como sociedad para dar la cara. A partir de ahí, con personas de varias edades, fuimos capaces de llegar al público con estos materiales. Hubo una gran cantidad de personas que nos ayudaron a viralizarlos. También contribuyó que la red de Andrés Manuel es extremadamente exponencial, de la cual nos apoyarnos. Nos esforzamos mucho por mostrar propuesta tras propuesta, aclarar lo que se malinterpretaba y en algunos momentos defendernos de los ataques de manera simpática, incluso con bromas. Había cosas tan absurdas que las ridiculizábamos.


C&E: Cuéntanos de cómo transcurrió la campaña, de sus principales momentos.

TC: En enero comenzamos la configuración de la campaña y del equipo de trabajo. Aunque Morena, como partido, ya tenía mucho realizado, potencializamos el apoyo orgánico de su gente. El propio Andrés tiene su Facebook y es un megáfono impresionante. Fuimos fortaleciendo el trabajo a partir de lo que se hacía en medios formalmente. Se retomaba y se le daba un giro para hacer que llegara a más personas. Tuvo mucho que ver la participación de jóvenes en diferentes estados. En Colima, por ejemplo, los jóvenes reaccionaban con mucha rapidez a lo que salía en las redes. Le daban vuelo y matices. Jalisco también participó de forma activa en campañas paralelas, por si así llamarlas, que se sumaban a este esfuerzo coordinado. Esto fuimos construyendo para llegar al inicio de la campaña.



El equipo dirigido por Tatiana Clouthier arrancó la campaña con el posicionamiento de determinados temas, mediante el uso de hashtags, un recurso clave para los entornos digitales. Más tarde, ante el asedio de los adversarios, el equipo tuvo que salir en defensa. Después dieron paso a la presentación de los secretarios de estados propuestos por Andrés Manuel. Todo se iba enarbolando con el objetivo de llegar a jóvenes, a mujeres y la clase media.


C&E: Si bien sabemos que iniciaron con una posición bastante cómoda, en cualquier contienda electoral surgen complicaciones ¿Cuáles fueron esos momentos críticos que tuvieron que solucionar y cómo lo hicieron?

TC: Aunque nos fue bien en el primer debate, no fue como esperábamos. Hubo que atender la aparición sorpresiva de Ricardo Anaya, matizar para que no creciera. Otro momento difícil fue el manejo del tema de la amnistía por parte de la oposición. Le dimos un vuelco mediante materiales, como videos e iconografías que explicaron lo que era. En la población no había permeado el tema y entonces comenzamos a hablar de un proceso de paz. Finalmente, cuando se tocó el tema PRIMOR, que buscaba posicionar en el colectivo un vínculo entre Andrés Manuel y el PRI. En la sala de juntas establecimos cómo reforzar el tema PRIAN, que tiene un fundamento no sólo histórico, sino con muchas muestras palpables, como el Pacto por México. Fortalecimos esta relación para que la otra historia, que no tiene fundamento alguno, no asomara sus narices.


Andrés Manuel López Obrador,

“un peligro para México”


Desde 2012, la oposición de AMLO posicionó en la conciencia colectiva de México la frase: "López Obrador, un peligro para México". Quizá en aquel momento de la historia nacional el eslogan tuvo gran repercusión. Pero en la recién contienda electoral, relacionar al tabasqueño con un posible declive que llevaría al país a una crisis similar a la de Venezuela no causó escozor en el electorado. La gente de Andrés Manuel lo atribuye a la madurez de la sociedad, pero también hubo que hacer frente a estos ataques. Quizá esta situación deba ser un llamado a la autocrítica, sobre todo para los consultores que apuestan por las campañas de contraste, considera parte del equipo.


C&E: Andrés Manuel es un político que ha estado en la esfera pública durante mucho tiempo. Algunos notaron un cambio en su discurso, que llegó a ser un tanto más moderado. Por otro lado, sobrevivió al desgaste de la oposición que lo relacionaba con una futura crisis, como la que se vive en Venezuela ¿cómo sobrevivir a tal exposición y esta lluvia de ataques?

TC: El hecho de que Germán Martínez, hablara en una entrevista en El Reforma de cómo a él le constaba que esta estrategia emanó de una oficina y que, por otro lado, el propio Antonio Sola, creador de la frase "López Obrador, un peligro para México", dijera algo similar, fueron dos momentos importantes que capitalizamos. Fueron discursos a los que les dimos la vuelta, incluso hasta ridiculizamos, como el tema de que Andrés Manuel nos llevaría a ser la segunda Venezuela. Fue cuando yo dije que esto era una pendejada. Ironizar, utilizar la sátira, ante lo que era tan absurdo fue una de las formas con que dábamos vuelta a las cosas.


C&E: Cuéntanos de los procesos para los contenidos ¿cuáles son los mensajes que quisieron posicionar, además de las 17 propuestas del proyecto de nación de Andrés Manuel?

TC: Que había un cambio verdadero que impulsaba todo un equipo, no un hombre solo. Que Andrés ya sabía gobernar porque lo hizo muy bien en la Ciudad de México, donde supo atender el tema de inseguridad. Que había proyecto, equipo y liderazgo. De cómo el candidato había sido capaz de conformar, con una visión anticipada, el proyecto de nación, con gente de la “A” a la “Z”, haciendo que todos caminaran a un centro a encontrarse. Esto es parte de lo que llamas tú la moderación de Andrés Manuel: su capacidad de amalgamar a distintos movimientos y personajes para ponerlos a trabajar por un objetivo en común.


C&E: Fue muy notorio el papel de los voceros en la campaña ¿cómo articularon a muchos académicos y líderes sociales?

TC: Articulamos un equipo en el cual, a partir del sector y de quien iba a estar en las mesas de discusión por parte de los opositores, establecimos a quienes íbamos a tener. La cuestión fue cómo atender todos los nichos. Primero, en cuanto a la presencia de las mujeres, comenzamos con Irma Eréndira Sandoval, Olga Sánchez Cordero, Luisa María Alcalde y yo. Vimos que algunas de ellas eran muy buenas para exponer, pero había necesidad de no lastimar sus imágenes durante los golpeteos, por los puestos que ocuparían en un futuro, tan sensibles que no convenía exponerlas. Decidimos, entonces, moverlas por un momento. Luisa tuvo un trabajo extraordinario. Cubrió las mesas en las que iban las mujeres de los otros equipos, fue con Yuriria Sierra a El Financiero, y se desempeñó muy bien. Con ella cubríamos el tema de las mujeres y también el tema de la juventud. Por otro lado, buscamos cómo consolidar la base del partido, que es fundamental. Para ello nos apoyamos en los expertos, formadores de todo este movimiento, Martí Batres, Jesús Ramírez y Mario Delgado. En nichos de otra índole, sobre todo en el tema de los postdebates, entró Germán Martínez, un nicho especial para incidir en un sector panista, así como Jesús Cantú, en el ámbito de la academia. Entre los voceros teníamos un chat en el que veíamos cómo, en el estilo personal de cada quien, se homogenizaría el tema del debate que queríamos posicionar. Después cada quien lo hacía a su manera, no de forma acartonad como lo hacían en el PRI.

C&E: ¿Cómo definieron los temas centrales para los debates?

TC: En las reuniones de lunes determinábamos cómo se iban a atender los temas de los debates, los hashtags y los equipos que se encargarían de la producción de materiales, así como los participantes de las mesas postdebates, en las que grababan nuestras participaciones para difundir nuestras fortalezas en las redes sociales.


C&E: En un sistema electoral mexicano, con las características de su electorado, con los opositores que en su momento tuvieron ¿cuál fue el principal reto?

TC: Así como que digas que yo dirigí la campaña pues tampoco. Debo decir que no me metí en la cuestión electoral. Quienes entraron a esa tarea de forma muy exitosa, ardua y comprometida fueron los coordinadores de las cinco circunscripciones: Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Alonso Lujambio, Rabindranath Salazar y Julio Scherer. La logística estuvo a cargo del partido, en manos de Alejandro Esquer. Yo estuve a cargo básicamente de la comunicación que te comenté, mientras que la correspondiente al candidato estuvo siempre bajo la conducción de César Yáñez.




C&E: ¿Qué disfrutaste más de todos estos meses de trabajo intenso?

TC: Yo creo el aprendizaje cotidiano. Cuando iba a los mítines con Andrés y ver cómo el trabajo que se hacía cotidianamente tenía frutos. Tal vez el lugar más lindo donde me tocó estar, no sólo por la ciudad, sino por su gente, fue Mérida.


C&E: ¿Qué sucedió el día de la victoria? ¿Cómo viviste esas horas?

TC: El día se me hizo muy largo. Ver el tema de las casillas, que si llegaban, que si no, para mí fue una labor lejana, así que hubo mucho tiempo de espera. Los reportes que compartía la gente, de los cortes de las 10:00, 12:00 y 14:00 horas, mostraban que la ventaja de Andrés se amplificaba, sin embargo, había que estar al pendiente de las urnas, por si alguien se las llevaba. Fue un tiempo de incertidumbre y nervio. A las 17:00 horas, Andrés Manuel nos citó en la casa de Chihuahua. Cuando llegamos las tendencias ya eran marcadas. Era sólo una formalidad, salvo que en los cierres ocurrieran locuras. Cuando vimos a Andrés, con su forma de llegar vestido, dijimos "sí se coció el arroz", con mucha alegría y emoción.


C&E: ¿Qué expectativas tienes de este gobierno?

TC: No me gusta hablar de expectativas, más bien de lo que creo que va a suceder y de lo que creo estamos comprometidos a hacer cumplir. En primer lugar, que este país sea más equitativo, que los jóvenes tengan las oportunidades de estudiar e incorporarse al mundo del trabajo, que logremos emparejar la cancha de oportunidades para más gente, que el salario mejore, que la inversión que se hará en el sureste detone un crecimiento para que quienes se han quedado atrás en el país puedan correr a pasos más acelerados. Otra parte fundamental tiene que ver con la corrupción: que disminuya para que dé lugar a ver de otra forma a México. Esto obliga a la clase política a su origen: al vínculo con la sociedad.


C&E: En el tema de la comunicación, ¿qué nos espera?

TC: Hay dos formas de comunicación: una forma que tiene Andrés Manuel, la cual no va a cambiar. Y, por otro lado, seguir utilizando la cercanía con la gente a través de los diferentes medios que se tienen hasta ahora, para fortalecer y no se pierda la empatía que se dio entre sociedad y el gobierno que será. Que pueda haber respuestas a muchas dudas que normalmente se manejan. Hoy en día se están creando vínculos y maneras de cómo tener esta comunicación: una más ágil, rápida, directa y no invasiva.


C&E: ¿Cuál es la lección adquirida durante esta campaña y que compartirías con los expertos en comunicación política?

TC: Para mí, que no soy experta, son dos cosas fundamentales: la primera es hablar con el corazón. Esto de crear personajes que no existen y quererlos poner como frívolos me parece que no funciona, por más que digan que sí. La naturalidad y hablar con el corazón no tiene precedentes. La otra es usar el humor. No podemos hacerlo ni aburrido. La seriedad y las fortalezas de los temas no tienen por qué ser aburridos ni preocupantes. Hablar con sencillez. La gente no tiene por qué entender que si la inflación, por lo que hay que hablarle de la manera que lo entienda. Todos vivimos y padecemos lo mismo. Todos tenemos momentos buenos y malos. Todos tenemos que tener la capacidad de presentarnos como humanos y hablarle a la gente con la verdad. Eso de vender cada pendejo le hace daño al país.


C&E: ¿Qué sigue para ti?

TC: Lo que sigue es seguir haciendo patria. C&E


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