Campaigns and Elections México

Campaigns and Elections México

URGE UN LOBBYING MEXICANO

Las elecciones en Estados Unidos obligan a México a tener una política exterior más asertiva, que promueva y defienda nuestros intereses en un entorno donde

Las elecciones en Estados Unidos obligan a México a tener una política exterior más asertiva, que promueva y defienda nuestros intereses en un entorno donde el proteccionismo e incluso la xenofobia parecen haber vuelto. Hacer esto requerirá de acciones más audaces que el apostar a la política de pasillo y las relaciones personales entre actores.Esto es más apremiante cuando las coyunturas operan en contra nuestra. Aun- que según los pronósticos las propuestas económicas de Donald Trump pueden ser contraproducentes para Estados Unidos, los dos primeros años pueden ser de auge y popularidad por las expectativas que generó el presidente electo, y que incluso podrían ratificarle a los republicanos el control del Congreso hasta por lo menos 2020. Lo anterior significa que se encontrará en una posición de fuerza frente a lo que queda del sexenio de Enrique Peña Nieto.El gobierno federal no tiene incentivos para ejecutar soluciones de largo alcance, toda vez que se encuentran las elecciones de 2018 en puerta. Más bien el interés sería salir del paso con la mayor dignidad posible. Y más allá de los llamados a la unidad nacional, tampoco los partidos desean pasar de las declaraciones grandilocuentes y la victimización discursiva: ¿por qué habrían de hacerlo si podrían lucrar electoralmente?Tampoco nuestros legisladores sirven de mucho y no porque sean mexicanos, tengan o no formación diplomática o por sus escándalos personales, reales o supuestos. La capacidad de los congresistas estadounidenses por competir continuamente por el mismo cargo no sólo les permite acumular experiencia y especializarse, también los hacen dar seguimiento a los acuerdos que pactan. Difícilmente estarán interesados en tratar en serio con contrapartes que están en su cargo tres o seis años y se van a otra parte. Como dicen ellos, nadie negocia con lame ducks. Aunque puedan tener los diputados o senado- res mexicanos relaciones de amistad con políticos estadounidenses, poco se puede hacer en esta arena en tanto no comience a operar la posibilidad de reelección inmediata.Una acción necesaria podría ser crear una representación estable de intereses mexicanos ante el gobierno y congreso de Estados Unidos: un lobby nacional permanente, que permita tanto a los poderes públicos federal y locales como a la iniciativa privada tejer canales de comunicación permanentes con sus contrapartes en el vecino del norte. Lo anterior permitiría promover mejor los intereses de México y desarrollar estrategias más asertivas de comunicación, persuasión y relaciones públicas.Nuestro país ha emprendido acciones de cabildeo en Estados Unidos. Miguel de la Madrid contrató agentes de cabildeo para temas como deuda y narcotráfico. Se estima que en 1992, durante las negociaciones del TLCAN, corporaciones de Estados Unidos invirtieron más de 25 millones de dólares con otros 10 millones en 1993 para cabildear a favor de este acuerdo. También la administración de Salinas de Gortari contrató a cuatro ex funcionarios estadounidenses elaborar la estrategia. Ernesto Zedillo también recurrió al cabildeo para el rescate de 1995. Sin embargo esta práctica se abandonó posteriormente. C&E